Terapia Génica en Diabetes

 terapia génica

El concepto de ingeniería genética y terapia génica se suele confundir, por este motivo se va a exponer en qué consiste cada uno de estos términos.

La ingeniería genética es la rama de la biotecnología que consiste en modificar las características hereditarias de un organismo mediante la alteración de su material genético.

La terapia génica es la técnica que permite la localización de los posibles genes defectuosos de los cromosomas y su sustitución por otros correctos. La terapia génica es una aplicación de la ingeniería genética.

Este tipo de terapia será el eje central del artículo, puesto que investigadores de una universidad nacional, han logrado curar la diabetes tipo 1 en perros mediante una única sesión de terapia génica, con lo que ya se especula que puede ser una posible alternativa terapéutica en el tratamiento de esta enfermedad. Este experimento fue realizado primero en ratas, donde se introducía el gen de la insulina en otros tipos celulares. Una vez comprobado que estos animales estaban curados, pasaron a realizar este método con animales más grandes como ha sido el caso de los perros.

El seguimiento se ha realizado durante 4 años y afirman que no han vuelto a manifestarse los síntomas de la diabetes, manteniendo un buen control de la glucosa en sangre en  todo momento.
Una de las claves del éxito obtenido radica en que los investigadores no solo introdujeron el gen de la insulina sino también el gen de la glucoquinasa, una enzima que se encarga de metabolizar la glucosa y generar señales para que las células beta pancreáticas liberen insulina en respuesta a la glucosa.

Aunque parece que este descubrimiento es un gran avance, la cuestión es que la ingeniería genética ha dado mucho de que hablar, ya que en 1999 un joven de 18 años llamado Jesse Gelsinger, moría por un experimento realizado por la Universidad de Pennsylvania, donde se le administraba un adenovirus genéticamente alterado, que provocó una reacción inmune que su cuerpo no pudo soportar.

Sin embargo, esto no es lo realmente preocupante del asunto ya que un año antes moría una mujer de 74 años en la Universidad de Harvad a causa de la terapia génica y a día de hoy, se ha desvelado que los investigadores estadounidenses han ocultado el 94% de sus fracasos en esta materia.

Las bases de la genética en lo que se denomina, genética mecanicista, afirmaba que la metodología para producir proteínas era lineal,es decir, que el ADN crea una molécula ARN que provoca que los aminoácidos se unan para formar las proteínas. Además, también afirmaba que sólo un 1,5% del ADN se puede aprovechar y el resto es «genoma basura».

Un proyecto reciente denominado ENCODE corrobora que una visión dinámica, a diferencia de la versión estática de la genética mecanicista, donde el concepto de gen como estructura fija deja de tener sentido, afirmando que los elementos encargados de fabricar las proteínas están dispersos por todo el genoma, en constante movimiento, coordinados por el genoma que se ha considerado como «basura». Según este proyecto, parece ser que las bases en las que se fundamentaba la ingeniería genética se presentan como erróneas.

A continuación se van a exponer algunas afirmaciones que han hecho algunos expertos en la materia, que personalmente me invitan a la reflexión.

Empezaremos por  el profesor Máximo Sandín,Doctor en Ciencias Biológicas y Bioantropología, cuya opinión sobre la ingeniería genéticas es la siguiente:
«en realidad no es una ingeniería porque su base teórica no es que sea inexacta o incompleta: sencillamente es inexistente.

La doctora Mae Wang Ho, afirma que «En lugar de fluir la información del ADN hacia el medio ambiente lo que en realidad existe es una retroalimentación circular entre el medio ambiente y la experiencia de los organismos que determina lo que debe o no expresarse; incluso cambiando los genes mismos. Llamo a esto modificación genética natural y se realiza con delicadeza y precisión sin dañar el genoma. Por el contrario, la modificación genética artificial es imprecisa, incontrolable y puede dañar el genoma al ser sus efectos totalmente imprevisibles».

La cuestión es que esta teoría viene de tiempo atrás, puesto que ya en 1995 Andy Coghland dijo «Se trató a cientos de personas con terapia génica… y ninguna resultó curada. ¿No es tiempo de que los investigadores vuelvan al laboratorio?»

A mi particularmente la ingeniería genética no me da confianza, observando los hechos expuestos anteriormente, ya que la considero bastante inestable. Creo que quizás nos estamos equivocando de camino y alterar lo que la naturaleza ha creado sabiamente, no es la mejor elección. Aunque esta universidad haya obtenido resultados positivos en sus investigaciones con animales, falta el paso más importante que es cerciorarse de que se puede aplicar en humanos sin padecer ningún riesgo, lo que tengo claro es que yo no me voy a proponer como sujeto de estudio de este tipo de terapia.

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